Los temporales de lluvia que se vienen produciendo desde diciembre y sus efectos sobre viejas casas de pueblo, han favorecido la desgracia que se cebó ayer por la tarde a las cinco con una familia humilde de Azuaga, que perdió a un hijo de tres años cuando el forjado de una nueva estancia que construían en el patio se vino abajo.
En ese momento estaban debajo tres hermanos de 14, 8 y 3 años de edad, que intentaron escapar del derrumbe pero con pésima suerte para el más pequeño que falleció al atraparle una viga.
En ese momento estaban debajo tres hermanos de 14, 8 y 3 años de edad, que intentaron escapar del derrumbe pero con pésima suerte para el más pequeño que falleció al atraparle una viga.
En los primeros momentos el niño aún seguía con vida pero los sanitarios del SES no pudieron reanimarle y murió en la ambulancia a la puerta de su casa. El hermano de 14 años salió ileso del derrumbe y el otro de ocho años fue atendido de heridas leves en el hospital de Llerena.
El padre, de 36 años de edad, tuvo que recibir asistencia en el centro de Salud de Azuaga por la crisis nerviosa que sufrió, en esos momentos era el único adulto que estaba en la casa.
El padre, de 36 años de edad, tuvo que recibir asistencia en el centro de Salud de Azuaga por la crisis nerviosa que sufrió, en esos momentos era el único adulto que estaba en la casa.
La construcción del número 28 de la calle Alconchel es una casa baja y centenaria, de condición muy humilde, y linda con otra vivienda similar, deshabitada hace 30 años, cuya medianera de tierra cedió posiblemente al conjuntarse el deterioro por las humedades con el peso de la nueva construcción que la familia de Francisco Molina Silva, que así se llamaba el niño fallecido, estaba realizando en el patio.
Las causas exactas del accidente no están todavía determinadas, aún es muy pronto; en el día de ayer la Policía Judicial hacía investigaciones entre los escombros, y cuando terminen serán los servicios técnicos municipales de Azuaga los que hagan otro informe, explica Natividad Fuentes, alcaldesa de la localidad.
Jesús Molina y Macarena Silva, los padres de los menores, tienen 36 y 33 años respectivamente, y los escasos ingresos familiares proceden de la venta ambulante. La casa no es suya, es de una hermana de la mujer.
En el mismo barrio donde ha sucedido la tragedia los temporales están arruinando otras viviendas de parecida antigüedad y construcción, por lo que el Ayuntamiento está preocupado según su alcaldesa, que acompañaba ayer a la familia en el velatorio que tenía lugar en el departamento de necropsias del hospital de Llerena.
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