lunes, 1 de marzo de 2010

Fallece un Bombero en Barcelona


Acudieron a resolver una travesura -una llamada de emergencia informó de que un niño había quedado atrapado en un agujero al ir a buscar un balón- y se encontraron con una trampa mortal. Un bombero de 28 años falleció ayer en Barcelona a resultas de las graves quemaduras que sufrió el viernes tras recibir una descarga eléctrica cuando intentaba rescatar a un menor de un agujero al que había caído cuando intentaba recuperar su pelota.

El hoyo, que estaba dentro de un solar vallado, resultó ser una estación eléctrica. Ni el infortunado bombero ni su compañero, de 50 años, que sigue hospitalizado con graves quemaduras, sabían que allí había una estación de media tensión. Por ello, no tomaron las precauciones oportunas. Los Mossos d´Esquadra informaron ayer de que han abierto una investigación para esclarecer los hechos.

El suceso ocurrió a última hora de la tarde del viernes cuando varias dotaciones del Cuerpo de Bomberos de Barcelona acudieron al número 161 de la Rambla Guipúzcoa con la consigna de rescatar a un niño atrapado en un agujero dentro de un solar vallado. Los dos efectivos que intervinieron en primer lugar fueron los que pagaron las consecuencias de la falta de señalización de riesgo eléctrico. Según ha podido saber ABC, J. P. R., de 12 años de edad, había saltado la valla una media hora antes para poder recuperar el balón con el que jugaba. Su amigo saltó con él al recinto. Al ver que la pelota se había colado en un agujero de un metro de diámetro, uno de los menores apoyó una escalera sobre un cable de media tensión de 11.000 voltios, lo que le dio una descarga que le hizo caer al orificio.

El primer bombero que acudió a su rescate, Josep Garriga, recibió un latigazo de corriente que le abrasó casi la mitad del cuerpo (sufrió graves quemaduras en el 45% del cuerpo y ayer falleció); el segundo, J. G. R., de 50 años, no se libró tampoco de la sacudida, aunque no salió tan mal parado -sigue ingresado en el Vall d´Hebron con quemaduras graves en las manos-. Al percatarse del riesgo, el resto de efectivos reclamaron a Endesa que cortara la corriente y pudieron rescatar a sus dos compañeros y al menor, que sufre quemaduras en el 36% de su cuerpo y presenta un pronóstico muy grave.

«No había ningún aviso» Fuentes de los bomberos insistían ayer en que «no había ningún aviso que indicara que allí había una estación eléctrica». Endesa se limitó a afirmar que la instalación estaba «sellada y vallada».
Foto: Yolanda Cardo. Solar donde ocurrieron los hechos.

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